China contraataca en su guerra tecnológica con Estados Unidos
- El aumento del peso de Apple (NASDAQ:AAPL) en los índices está suponiendo todo un quebradero de cabeza para los fondos de inversión que se ven obligados a tener que comprar más acciones.
- Los inversores están logrando interesantes rentabilidades con el carry trade utilizando divisas emergentes.
- China contraataca en su guerra tecnológica con Estados Unidos y saca su as en la manga: las tierras raras.
El ranking de las principales Bolsas en lo que llevamos de 2023 va de la siguiente manera:
- Nasdaq +31,34%
- Nikkei japonés +24,12%
- Futuros FTSE MIB italiano +17,17%
- S&P 500 +15,01%
- Ibex español +12,39%
- Dax alemán +12,06%
- Eurostoxx +11,68%
- Cac francés +9,86%
- Dow Jones +2,25%
- CSI 1000 chino -1,19%
- FTSE 100 británico -2,61%
Sentimiento de los inversores (AAII)
La encuesta semanal a inversores que realiza AAII ha arrojado estos números:
- Sentimiento alcista: 46,4%.
- Sentimiento neutro: 29,1%.
- Sentimiento bajista: 24,5%.
El sentimiento alcista subió al 46,4% desde el 41,9% de la semana pasada. Aunque los alcistas aún no son mayoría y no lo han sido en más de dos años, la lectura de esta semana fue el nivel más alto de sentimiento alcista desde noviembre del año 2021.
Julio tras venir de un buen mes de junio
Sabemos que desde el año 1950, el S&P 500 sube de media un +1,3% en el mes de julio.
Si cogemos los últimos 20 años, esa subida media es de un +2,2% y en los últimos 10 años es de un +3,3%.
En cambio, en los años preelectorales esa subida es más débil, concretamente un +0,9%.
Y el caso que nos atañe, resulta que cuando el S&P 500 viene de subir en el mes de junio más de un +3% (esto ha sucedido en 15 ocasiones en los últimos 72 años), la rentabilidad media en el mes de julio es de un +0,8%.
El quebradero de cabeza que Apple está produciendo a los fondos de inversión
El hecho de que las acciones de Apple Inc (NASDAQ:AAPL) hayan subido y marcado nuevos máximos históricos, está suponiendo un problema para algunos fondos de inversión, ya que en muchos casos no tienen el número suficiente de acciones que tendrían que tener de la compañía.
Claro, tras la buena marcha de sus títulos en 2023, su peso en los índices se ha incrementado a niveles nunca visto en la historia, a la vez que su capitalización bursátil subía como la espuma.
Resulta que el peso de Apple en el S&P 500 se encuentra ahora en el 7,6%, un nivel que nunca en la historia ninguna compañía había alcanzado. Fíjate si es elevada que es mayor que la de todo el sector de bienes de consumo que tiene un 6,7%. Y si nos vamos al índice mundial MSCI All Country, el peso de Apple es del 4,7%, mayor que el por ejemplo el peso de todas las acciones de Reino Unido (3,6%).
Pero hay gestores de fondos que tienen una exposición a Apple menor, bien porque quieren una mayor diversificación y no depender tanto de una sola empresa, o bien porque el reglamento interno del propio fondo no permite poseer tantos títulos de una sola compañía.
Es por ello que los gestores de fondos de gestión pasiva que replican la composición de un índice para imitar su rendimiento, se ven obligados a salirse de lo normal y tener que adquirir más acciones de Apple de las que quisieran tener en cartera, porque de lo contrario no replicarían con precisión al índice en cuestión.
Y los gestores de fondos de inversión de gestión activa que buscan batir al mercado, también se ven obligados a comprar más acciones de Apple, ya que en caso contrario tendrían muy complicado lograr su objetivo, que ya de por sí es difícil.
El éxito del carry trade
El carry trade es la compra y la venta de dos divisas distintas. Es decir, un inversor vende una divisa con un tipo de interés bajo y al mismo tiempo compra otra divisa con un tipo de interés más alto. La diferencia es lo que gana el inversor.
Por tanto, el operador paga un tipo de interés bajo por la divisa prestada mientras que cobra el rendimiento del tipo de interés más alto de la divisa comprada.
Un carry trade muy habitual siempre ha sido con el dólar australiano y el yen japonés, ya que el dólar de Australia tenía elevado tipos de interés, mientras que la divisa nipona era todo lo contrario. En este caso lo que se hacía era tomar prestado el yen japonés y comprar el dólar australiano.
Pues bien, los inversores de carry trade que apuestan por divisas de mercados emergentes han acumulado ganancias este año. El peso mexicano ha registrado ganancias de carry trade del +18%, mientras que la divisa húngara logró un +15,4% y el real brasileño un +14%.
En general, las divisas de los mercados emergentes han mantenido sus ganancias este año incluso con el desplome de la lira turca, la cual en el último mes se ha dejado un -14% en el carry trade.
China contraataca en su guerra tecnológica con Estados Unidos
Desde el sector de la industria metalúrgica temen que China imponga nuevas restricciones a las exportaciones de “tierras raras”.
Tierras raras son una serie de elementos químicos que encontramos en el medio natural y que se caracterizan por tener propiedades similares entre sí y por ser, en su mayoría, escasos. Concretamente hay 17.
El auge de las tierras raras se ha producido en los últimos 10-15 años debido a su importancia en la fabricación de tecnologías y son componentes necesarios en productos como teléfonos móviles, discos duros, vehículos eléctricos, monitores, equipos militares, etc.
El problema es que China acapara todo, ya que es con diferencia el mayor productor a nivel mundial (98%). Y sí, es ciencia ficción pensar que otro país pudiese desbancar al gigante asiático de ese pedestal.
Pues bien, la guerra económica entre Estados Unidos y China se intensifica ante la gran ventaja competitiva que será la inteligencia artificial. Si los norteamericanos ha vetado a China en la venta de los nuevos chips de Nvidia (NASDAQ:NVDA), los chinos ahora han contraatacado y han vetado a Estados Unidos.
Concretamente, China anunció que a partir de agosto adoptará controles más estrictos en la exportación de galio y germanio, dos metales fundamentales en la producción de semiconductores y otros componentes esenciales para la transición energética.