El norte rechaza aumentar el presupuesto de la UE y prefiere reorientar fondos regionales
El norte rechaza aumentar el presupuesto de la UE y prefiere reorientar fondos regionales
Bruselas, 10 jul (.).- Alemania, Austria, Países Bajos y los países nórdicos se han mostrado reacios este lunes a aumentar el presupuesto de la Unión Europea (UE) hasta 2027 y han apostado por reorientar programas como el de Cohesión dentro de la revisión planteada por la Comisión Europea, que también rechazan Hungría y Polonia por la congelación de sus fondos.
Bruselas plantea a las capitales un aumento de 66.000 millones para las arcas europeas para financiar principalmente el apoyo del bloque a Ucrania y el aumento de la carga de intereses de la deuda del fondo de recuperación, pero también para migración y gestión de fronteras, una plataforma para invertir en tecnologías limpias y costes de administración.
De estas partidas, solo el capítulo para Ucrania levanta un amplio consenso entre los Estados miembros de cara unas negociaciones que tendrá que liderar España en su calidad de presidente de turno del Consejo de la UE.
De hecho, el secretario de Estado para la Unión Europea, Pascual Navarro, antes de dar paso al debate público ha afirmado que su objetivo es lograr un acuerdo antes de que acabe el año -idealmente en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de octubre- en lo que ha reconocido que es un “calendario ambicioso”.
La dificultad de las negociaciones que se desarrollarán en los próximos meses quedó clara con las intervenciones posteriores de los países, entre las que ha destacado la oposición de los nórdicos, Alemania, Austria y Países Bajos a alimentar las arcas de la UE en el montante sugerido por Bruselas.
Para Berlín, la propuesta de Bruselas “va más allá” de lo que son nuevos gastos “irrenunciables”, entre los que incluyó exclusivamente la ayuda de 50.000 millones Ucrania (33.000 en créditos), el pago del coste adicional de la deuda común (que las autoridades comunitarias cifran en 19.000 millones) y el aumento del coste de administración.
“No vemos necesidad de incrementar programas existentes con foco interno europeo como STEP (la plataforma de inversiones en tecnologías limpias)”, ha resumido la representante de Suecia, quien ha apostado por financiar sus 10.000 millones, en todo caso, reorientando recursos de otras partidas del presupuesto comunitario.
Finlandia fue incluso más lejos y afirmó que esa cantidad es “innecesaria” puesto que hay “financiación disponible en otros programas”, al tiempo que defendió que el gasto administrativo nuevo y el alza del coste de la deuda por la subida de tipos “debe cubrirse reorientando” recursos de otros programas.
“Reabrir el delicado compromiso para el Marco Financiero Plurianual (MFP) no es la manera de avanzar. 100.000 millones en nuevo gasto (incluye los créditos para Ucrania) es demasiado caro y corre el riesgo de hacer largas las negociaciones”, advirtió Dinamarca.
A estas posiciones se suma también el rechazo de Polonia y Hungría a la revisión del presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027.
El respaldo de estos dos países a unas nuevas cuentas es esencial porque deben salir adelante con unanimidad entre los socios y ambos protestan porque su deriva autoritaria les sigue privando por ahora de los fondos que tienen asignados en el fondo de recuperación.
“No estamos dispuestos a cargar con los costes de un instrumento (el fondo de recuperación) del que no podemos beneficiarnos”, expresó la ministra húngara Judit Varga.
“Polonia recuerda que no tiene acceso a sus fondos del plan de recuperación y en este momento no puede apoyar una decisión unánime para enmendar el MFP”, apuntó, por su parte, el representante polaco.
Otro grupo de países, formado especialmente por socios del este, ha defendido la necesidad de aumentar la dotación para movilidad militar y el aumento de capacidades europeas de defensa, en particular en la situación actual en Ucrania.
Otros Estados miembros apoyaron la propuesta de reforzar con 15.000 millones el presupuesto para políticas migratorias y de gestión fronteriza. Entre ellos, Italia indicó que la dotación para apoyar a los países del Vecindario Sur “debe estar a la altura” a fin de “crear nuevas asociaciones estratégicas con socios del sur” del bloque.
España, que actúa como árbitro de las negociaciones como presidente de turno de la UE, no expresó su posición, aunque el Gobierno ha rechazado en varias ocasiones que se recorten programas como el de Cohesión o la Política Agrícola Común (PAC), de los que el país es de los mayores beneficiarios.
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